
Alguna vez han imaginado a personajes que han creado, en alguna situación que nunca aparecerá en sus respectivos mangas?
Yo sí, por eso me gustaría compartir un poco de eso con ustedes.
En el manga Tjöldav, el príncipe de Dios, la historia muestra a los protagonistas ya adolescentes. Me los imaginé de niños, muy curiosos, inquietos, con muchas ganas de aprender. Seguramente, les inquietaba alguna leyenda épica, de las que se corría de boca en boca...
Como casi todos los niños de su época, gustaban de sentarse a los pies de una dama, que les narraba historias, cautivando la imaginación de los pequeños.
Este dibujo muestra al príncipe Tjöldav, a Kaen y a Ibuki de niños, escuchando con mucha atención la historia que ella les contaba... La historia es la siguiente:
"Cada 50 años, un gigantesco remolino de nubes anuncia su llegada. El cielo queda negro y turbio, dicen que lo mantenía claro como el mar...
Aun no sé, mis curiosos niños, por qué escoge este lugar para esconderse.
Mitos para unos, verdades para otros... existirá realmente?
Será cierto que nuestro creador lo mantiene con vida? Qué piensan?
Yo creo que desciende lentamente... el cielo es fiel testigo de ello.
Vendrá... descansará unos pocos días...
Y luego remontará sus alas al cielo.
No, no hacia el cielo... sino mucho más arriba...
En donde Dios lo aguarda... en su morada."
De quién o qué piensan que estaba hablando la historia? :)